domingo, 27 de junio de 2010

Capitulo 6

CAPITULO VI
Mía

Nuestros besos subían de tono cada segundo que pasaba, mis manos recorrían cada parte de su cuerpo, sus piernas, su espalda, su pecho, todo y ella se estremecía con cada toque, separo sus labios de los míos y me miro diciéndome.

-         Esta noche no quiero a nadie más a mi lado sino eres tu… me beso el cuello. –esta noche seré tuya… mordisqueo mi oreja –ya no podemos negarlo más- y volvimos a besarnos con más pasión.

Sin darnos cuenta estábamos recostados en el mueble yo encima de ella, sus manos buscaban quitarme la camisa desesperadamente, me separe de ella un segundo me la quite y la volví a besar.

Mi mente estaba en blanco, los besos de Ian y sus caricias me estaban volviendo loca, trate de quitarle la camisa rápido, pero mientras más rápido lo trataba de hacer más lento cedía cada botón, Ian se separo de mi y se la quito en un dos por tres y volvió a besarme, sentía su respiración tan rápida como la mía y el calor en ambos iba subiendo cada vez más rápido, me levanto sin dejar de besarme y camino hasta el cuarto y nos acostamos en la cama lentamente, de repente paro y mi me miro.

-         No estés nerviosa, no te hare daño –beso mi frente tratando de calmarme.

-         Ian, es mi... primera vez… yo nunca… -trate de decirle pero poso un dedo en mis labios para callarme.

-         Lo sé… para mi… también- hablaba entrecortado, como si estuviera nervioso igual que yo, lo mire a los ojos.

-         Te amo…-él me miro.

-         Te amo más que a nada en este mundo…- gruño bajito y me beso profundizando el beso.

No podía creer el placer que sentía con sus besos solamente, le bese el cuello, subí y le mordí el labio pasando mi lengua lentamente, en ese momento los dos perdimos el control me arranco la blusa y se quedo mirándome un poco diciéndome lo hermosa que era, bajo su cara hasta mi ombligo, subió lentamente besando y lamiendo desde mi ombligo hasta mi pecho, gemía con solo sentir su respiración, esto era una tortura lo hacía lentamente llego a la parte de mi pecho en donde tomo de mi sangre, respire más rápido al sentir su aliento allí…-Hazlo, solo hazlo- le suplique entre gemidos y eso hizo, clavo lentamente sus colmillos en mi pecho y en vez de imágenes, sentí lo que él estaba sintiendo, las ganas de tenerme, poseerme, que sea suya, empecé a gemir a causa del placer.


Se separo lamiendo mi herida, y busco a tientas mi seno, besaba cada parte de mi ya no gemía ahora lanzaba gritos de placer contenido hasta que hizo algo que me descontrolo por completo, ahora no tenia control de lo que hacía o decía ningún hombre me había tocado de esa manera, subió a besarme los labio y con las manos tocaba mis senos, esto se estaba saliendo de control y quería más, aun no me explico en qué momento me quito toda la ropa, estaba totalmente desnuda, el seguía besándome cuando de pronto me tense, su mano bajo hasta mi vientre tocando lentamente.

-         Ian…-gemí besándolo cuando me toco, esto definitivamente era una tortura, me tocaba lenta y apasionadamente haciendo que me desesperara cada vez más, sentí como mi cuerpo se empezó a tensar, sentía que algo estaba subiendo una ola de calor y mil cosquillas por todo mi cuerpo.

-         Aun no… no quiero que esto termine todavía- dejo de tocarme bajando un poco la intensidad de lo que sentía, pero no el deseo.

No lo pude soportar más y baje mis manos hasta su pantalón, quitándolo para estar en iguales condiciones, me sonroje cuando lo vi totalmente desnudo, me daba pena mirarlo. Me tomo la barbilla levantándola para besarme; su beso fue tierno y cálido puso todo su peso sobre mí. Dejo de besarme mientras me miraba a los ojos, comenzó a entrar lentamente dentro de mí.

Me dolía, pero no podía estar un segundo más sin él lo necesitaba, cuando entro por completo se detuvo, estaba muy tensa y él se había dado cuenta tenía mis uñas clavadas en sus brazos, todo su cuerpo temblaba al igual que el mío.

Me besaba el cuello, la barbilla y por ultimo mi boca separándose un poco para decirme que me amaba. Empezó a moverse dentro de mí, los latidos de mi corazón eran más frenéticos y descontrolados como nuestra respiración, sentía dolor y placer a la vez, al poco tiempo el dolor paso a segundo plano y sentí mucho placer con cada roce y embestida que Ian hacia.

Me tense volvía a sentir lo mismo como si me hicieran cosquillas en todo el cuerpo y un hormigueo, se me durmieron los pies, sentía que algo venia y no sabía que era. Ian empezó a moverse más rápido y fuerte, la sensación se sintió mil veces más; llegue al tope, explote y sentí que el subió conmigo, su cuerpo y el mío se estremecieron ante el placer, gemíamos y por un momento lanzamos un grito de placer.

Me puso sobre él, y poco a poco fui cerrando los ojos me sentía agotada.

La besaba con mas y mas pasión a medida que pasaba el tiempo, no podía permitir que esto siguiera adelante, pero ya era muy tarde, sus besos quemaban la deseaba. Sus caricias producían una reacción en mi que nunca experimente, cuando me tocaba me estremecía y hacia que la deseara mucho mas.

La levante del mueble y me la lleve en brazos hasta la habitación acostándola lentamente en la cama, me quitaba la camisa desesperadamente y no lo lograba así que decidí ayudarla, la seguía besando y el deseo ya me estaba quemando, de pronto sentí como se tenso y su nerviosismo aumentaba.

Le dije que no tenia porque estar nerviosa yo no le haría daño, entonces ella me dijo que era su primera vez sonrojándose cada vez más, la entendía para mí también era primera vez en mi vida como humano nunca llegue a tener una relación y cuando me convertí en vampiro eso no era de importancia, no para mí.
Me dijo que me amaba, sentía como crecía mas y mas este sentimiento, no me contuve le dije también que la amaba me sentía libre porque al fin podía decírselo las veces que quisiera. Ella me besaba el cuello los labios, me tocaba los brazos y el pecho como si tratara de grabar cada momento.

No lo resistí ni un segundo más le quite la camisa de un tirón sin lastimarla cuando mordió mi labio había perdido el control me acerque a su pecho y con los dientes me deshice de su sostén dejándola desnuda de las caderas para arriba.

Que hermosa era, es perfecta sin ningún defecto, para mí era como una diosa. No sabía lo que tenía que hacer así que me deje llevar baje hasta su ombligo y lo bese pasando la lengua lentamente mientras subía por su abdomen hasta su pecho, bese donde tenía dos pequeñas cicatrices, en ese momento Mady empezó a respirar más rápido y su corazón latía más rápido que nunca… -Hazlo, solo hazlo…- me dijo y no podía negarme la necesitaba.

La mordí suavemente, sin desesperarme, quería disfrutar el momento, allí fue donde sentí lo que ella sentía cuando la mordía, podía transmitir por medio de una mordida, esto era demasiado. Era como sentirme el doble, me separe y lamí su herida para que sanara; al estar tan cerca de su cuerpo desnudo no resistí el impulso de besar cada parte.

Bese su pecho hasta llegar a su seno roce mis labios para luego besarlo, ella lanzaba pequeños gritos de placer y me empujaba más hacia su cuerpo, podía sentir como se estremecía necesitaba besarla subí hasta sus labios y la bese como nunca. Le quite el resto de su ropa mientras la besaba.

Tocaba todo su cuerpo ahora desnudo, se sentía los latidos de su corazón por todos lados, no resistí la tentación de tocar su vientre la reacción que tubo no la esperaba gimió diciendo mi nombre, esto era más de lo que podía soportar. Ella se tenso, comenzaba a respirar cada  vez más rápido y supe que no faltaba mucho para que llegara al final, no quería no tan rápido así que me detuve.

Mady comenzó a quitarme el resto de mi ropa, cuando quede desnudo bajo la mirada y se sonrojo, se veía tan inocente no importaba lo que hacíamos aun así se veía inocente, alce su rostro para besarla dejando caer todo mi peso en su cuerpo, deje de besarla y la mire a los ojos. Amaba a esta mujer, ya no sería más una niña a partir de este momento dejo de serlo comencé a entrar lentamente dentro de ella, sentía como su cuerpo se retorcía del dolor pero tenía que vencer esas barreras para poder continuar, al entrar completamente me quede quieto y la abrace, luego la bese para que se relajara y se adaptara a esto que hacíamos y nos unía mas, su cuerpo estaba temblando al igual que el mío, necesitaba controlarme para no hacerle daño.

Sentí cuando su cuerpo se relajaba y comencé a moverme lentamente. No puedo describir el placer que sentía, éramos uno al fin, ella empezó a gemir, me clavaba sus uñas en mi espalda, y eso me incitaba a que los movimientos fueran más rápidos, estaba perdiendo el control.

Se volvió a tensar igual que cuando la tocaba, allí perdí toda razón y el poco control que tenia, me moví más rápido, sentía que estaba en mi limite igual que ella, hasta que por fin llegamos juntos al final, que sensación tan hermosa, tan especial, me moví y la subí hasta mi pecho y nos quedamos dormidos.


Abrí los ojos y vi a Ian junto a mi abrazándome, lo que estaba viendo parecía ser un sueño, su cuerpo desnudo hacía que lo deseara mucho más que antes, lo bese en los labios y me levante a darme un  baño. Al salir vi el desayuno en la mesa, tenía mucha hambre.

-         Nunca pensé en nosotros, de esta forma- le dije apenada, recordando todo con detalle.

-         Yo siempre te vi como una hermana, pero siempre que me iba de tu lado me sentía vacio sin nada – su mirada estaba perdida en un punto de la habitación recordado – pero nunca logre imaginar que sentía algo por ti.

Sonreí, esto no me lo esperaba, siempre supo que sentía algo por mi pero no sabía que era amor. Terminamos de comer y el entro al baño a asearse, mientras yo buscaba entre mis cosas que ponerme, me quite la camisa y el pantalón quedando solamente mis pendas intimas.

-         No me cansaría nunca de verte, eres hermosa –me alteré al escucharlo, me di la vuelta estaba desnudo, lo único que lo cubría era una toalla, de día era más fácil ver su cuerpo, como en realidad era. Me acerque a él hasta estar a pocos centímetros de su boca.

-         Yo tampoco me cansaría de verte, Ian, te deseo… hazme tuya- no sé como dije eso sin tener miedo.

Como si mis palabras fueran una orden, me agarro fuerte y me beso, luego me subió a la mesa del mini bar quitándome las dos prendas que impedían mi desnudez, agarro una de mis piernas besando y mordisqueando mi muslo no me contuve y gemí, pero nada se comparo con lo que hizo después beso mi parte más sensible esta vez no solo gemía, gritaba de placer.

Aunque era una chica de 16 años con él me sentía toda una mujer, sentí mi cuerpo más tenso, la sensación de hormigueo y presión más fuertes que la ultima vez, Ian movía su lengua más rápido, ya no lo pude resistir más me deje llevar, cuando abrí los ojos Ian estaba de pie mirándome y su sonrisa llena de picardía, había logrado su cometido.

-         Lo que es igual no es trampa- le dije, quitándole de un jalón su toalla.

Toque su miembro haciendo que gruñera y comenzara a respirar rápido, le bese los labios y le dije –Vas a sentir lo mismo que me hiciste a mi – reí ante su reacción y baje hasta su miembro y lo bese, luego lo lamí mientras que Ian no paraba de gemir, me levante y lo bese al darme cuenta que se tensaba y le volví a repetir –Hazme el amor Ian, soy tuya-


Me atrajo hacia él y me puso contra la pared abriéndose paso para entrar en mi, esto era mil veces mejor, ya no sentía dolor, solo placer. Sus embestidas eran rápidas y fuertes de pronto todo se intensifico, me mordió creando de nuevo una conexión con él, eso fue suficiente llegamos al mismo tiempo.

-         Te amo, serás mía por siempre – me dijo mientras besaba mi cuello.

Me limite a reír, definitivamente esta semana sería interesante.

1 comentario:

  1. que semana van a tener en paris la verdad q es super interesante esta super buena la historia a ver q va a pasar porq no creo q la felicidad sea para siempre =S... me avisas cuando tengas el proximo capitulo plissss

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