jueves, 24 de junio de 2010

Capitulo 4


















CAPITULO IV


Charlas y Pastel










Aun no podía dejar de pensar en ella, en su sangre y como me hizo sentir tenía que hablar con alguien y contárselo así que decidí ir con Francis, cuando llegue le conté todo lo que había pasado con los vampiros y con Mark.


-Ian, sabes que no apruebo que mates de nuevo pero lo que sucedió ya se estaba saliendo de las manos, gracias al cielo llegaste a tiempo sino Mady estaría destrozada. Y con respecto a lo sucedido con Mark hijo, no te preocupes de verdad no me siento contenta pero te aseguro que hasta un vampiro de miles de años como yo es capaz de perder el control por las personas que amamos.

-Pero no quiero ser el mismo, tú me rescataste de esa vida hace cien años y no quisiera volver. Estaba muy preocupado, aun recuerdo quien era hace cuatrocientos años, era una de las criaturas más despiadadas que existían entre nuestra raza, de todo mi clan solamente logramos sobrevivir dos vampiros ya que Francis encontró en nosotros bondad.


-Sí, lo sé así como también sabes que te vi igual que a mi hijo por eso no te mate esa noche, pero no estamos aquí para hablar de eso Ian y lo sabes algo te inquieta lo puedo sentir ¿Qué sucede? Pregunto intrigada.

-Cuando derrote a los vampiros la noche pasada me dejaron muy mal herido, tenia días sin cazar y estaba muy débil, debido a eso mis heridas no sanaban y estuve a punto de morir sino es por Mady.


-¿Cómo? ¿Qué sucedió? No abras. La interrumpí antes que siquiera lo pensara o lo dijera.

-No, jamás sería capaz de hacerlo, así me este muriendo no sería capaz de robarle su vida, pero sucedió algo curioso ella sabía de qué forma no la iba a convertir ni matar entonces me permitió tomar de su sangre.

-Tendré que hablar con Cristina al respecto sabes que no me gusta que ella sepa más de lo que ya sabe. Se mostraba un poco molesta.













-Lo sé, cuando ella me dejo no pude soportarlo estaba muy mal y tome de su sangre, pero sucedió algo extraño. Dije esto pensando en cada momento.

-No entiendo. La mire extrañado, como no podía entender. –No logro comprender lo que sientes, es como si en este momento no fueras un vampiro sino un humano – Dudo unos segundos y luego prosiguió a decirme –Cuéntame lo que sucedió.

-Le conté parte por parte lo sucedido y ella se mostraba confundida. –Cuando termine de tomar lo que necesitaba para sanar un poco ella estaba aferrada a mí, sus latidos eran rápidos y su respiración estaba descontrolada me miro de una forma que nadie que yo recuerdo lo había hecho se acerco a mi casi con deseo y paso su lengua por mis labios, que aun tenía un poco de su sangre… dude… ¿hice algo mal? No logro comprender

-Esto que me cuentas hijo, es sin lugar a dudas algo de lo que nunca he sido testigo, no con un humano. Su mirada estaba perdida como tratando de recordar algo –Y no estoy segura de que sea… parece ser… pero no creo… ¿Ian tu viste imágenes de Mady mientras tomabas su sangre?


-No, pero su sangre me hizo recordar todo lo que viví con ella desde que la tuve en mis brazos.


-Mmm, no estoy segura Ian pero puede que sea un vinculo o algo que lograste con ella- seguía con la mirada perdida y dijo –la besaste ¿verdad?


-Sí, si la bese, me descontrole lo sé pero sentí como si ella era un imán, me atraía por completo. Trataba de recordar en verdad lo que paso, mire a Francis y su mirada había cambiado y sonreía.


-Tranquilo no pasa nada malo, ya esta todo bien. Pero yo sentí el cambio repentino de emociones en Francis, lo pase por alto, al menos por ahora tenia que regresar y recuperarme.

*****



No quería abrir mis ojos, esto era un sueño todo lo que había pasado no podía ser cierto. Mark estaba muerto y había besado a Ian, pero ¿Cómo? Si él era como un hermano para mi, o al menos eso creí; lentamente comencé a abrir los ojos estaba en mi habitación todo se veía normal, tenia puesta mi pijama, busque por toda mi habitación señales de mi vestido y no lo conseguí trate de recordar como llegue aquí pero eso tampoco lograba recordar.

Me levante lentamente y fui directo al tocador necesitaba darme un baño, cuando me quitaba la ropa mi mundo se detuvo por completo al ver dos huecos en mi pecho, recordé todo lo que había pasado comencé a hiperventilar ¿cómo fui capaz de hacer esto? Él, el que era como mi hermano

-Mady ¿estás bien? Te siento extraña. Cris tocaba la puerta, estaba desesperada necesitaba contarle. Cris era mi hermana, no me importaba lo que era la amaba por cómo era conmigo y lo que compartíamos a diario eran y son momentos preciosos. Cris tenía casi mi estatura, era blanca con ojos color marrón y su cara era como la de una niña y adulto a la vez, tenía un toque de inocencia, ella era importante en mi vida no veo el porqué no contarle. –Pasa- le grite.

-Mady, ¿qué te pasa? Me tenías preocupada.

-Cris, ¿puedo contarte algo?


-Por su puesto corazón soy toda oídos. Me dio una de sus más hermosas sonrisas animándome a seguir.


Le conté todo, algunas cosas ella ya estaba enterada, pero cuando llegue a la parte en la cual sentí todo eso no pude hablar más y le mentí –Eso era todo Cris solo me quería desahogar.

-Ok bueno sabes que cuentas conmigo, ahora termina con tu baño y baja a comer Ian esta llegando, por cierto señorita ¿que te sucede con el? Frunció el ceño estaba segura que no le gusto para nada lo que le dije a el la noche pasada.


-Nada, estaba algo estresada, te prometo que me disculpare con el de acuerdo?


-Perfecto, recuerda que somos una familia querida. Me beso la frente y se fue a la cocina.

Después de quince minutos aproximadamente baje y estaban los dos esperándome, Ian me miro a los ojos y yo lo mire a él, mi corazón iba  a estallar latía a mil por segundo y comenzaba a ponerme nerviosa, Cris no dio mucha importancia, debía imaginar que solo estaba nerviosa porque hablaría con él.

-Oye Mady, falta un mes para tu cumpleaños, ¿qué quieres que te regalemos? ¿Una súper fiesta o un viaje? Cris casi saltaba de la felicidad.


-Bueno creo que fiesta no sería conveniente- interrumpió Ian- Acabo de morir un compañero de clases y no será bien visto por sus compañeros puesto que Mady era su novia.

-Oh es cierto entonces queda la segunda opción Mady, ¿quieres ir de viaje? Se mostraba contenta.


-Claro, un viaje suena genial ¿a dónde iríamos? La mire y ella cambio su expresión ahora se mostraba triste -¿Qué sucede? Pregunte

-Cariño, lamentablemente no puedo ir con ustedes.


-¿Qué? Como que no vas a ir. Ian me quito las palabras de la boca, y se mostraba sorprendido.

-Bueno hermano, necesito realizar una misión que Francis me encomendó. Ian y yo la miramos sorprendidos

-Está bien, reformulare mi pregunta ¿a dónde vamos Ian y yo?


-A Paris, creo que todavía quieres ir a conocerlo, ¿cierto? Me sonrió.

-Si… si… si quiero… Wow que feliz me siento gracias Cris, te quiero. La abrace y comenzamos a cenar.

Se hicieron las nueve de la noche y Cris anuncio que necesitaba ir de caza. Mire a Ian, sabía que tenía que hablar con él. Subí las escaleras y me senté en el descanso del ático a esperarlo, miré por la ventana la luna estaba preciosa, no se por cuánto tiempo me quede observándola pero eso sirvió para relajarme.


-Es hermosa ¿no? Sabía que estaba atrás de mí, no sé cómo explicarlo pero lo sabía


-No solo ella es hermosa. Me estaba mirando como si tratara de descifrarme.

-Ian, quería darte las gracias, lo que paso ayer… yo no… me sonroje ni siquiera quería recordarlo.

-No te preocupes, yo hice lo que tenía que hacer, no romperé la promesa que te hice hace cuatro años. Dijo él, ¿Promesa? ¿Cual promesa? Me pregunté. –Recuerdas antes de irme, que nunca las dejaría y las iba a proteger.


-¡Ah! Cierto- me reí sin ganas.


-Y con respecto a lo de ayer Mady discúlpame si te bese de esa forma, yo creo que… que fue por tu sangre no se que me sucedió yo.


-No tranquilo entiendo. Lo interrumpí. –Recuerda somos como hermanos no tenemos porque ganar un mal rato por algo sin importancia. Me dolía cada palabra que le decía pero mejor así, no podía permitir que esto avanzara no me podía enamorar de Ian.


-Entiendo. Fue lo único que dijo dio media vuelta y se fue.


*****

No puedo si quiera explicar porque me sentí tan vacio cuando me dijo que somos como hermanos, de un momento todo dejo de importar. A la mañana siguiente cuando me vestía para ir al instituto con mi hermana y Mady llegó la policía a interrogarnos. Mady actuó como nunca, lloró como si de verdad le importara Mark y los agentes dejaron de sospechar lo pude sentir.


Fui a buscar a Miriam para disculparme, estaba muy molesta conmigo pero término perdonándome, ella es sin duda una excelente persona. Mientras caminábamos me pregunto:


-Entonces Ian, ¿quién es?


-¿Quién es quién? No entiendo tu pregunta – me sonrío

-Hay tenemos tan poco tiempo de conocernos pero aun así se que estas enamorado de una chica y aun no lo sabes.

-Tal vez, pero no se que es estar enamorado. Caminamos al instituto en silencio, era verdad no sabia que era estar enamorado, en toda mi existencia no se que se siente, pero estaba feliz y era lo único que me importaba.


-Hola Ian – un escalofrió recorrió por todo mi cuerpo, sentía que algo se estremecía en mi interior.


-Mady, te presento a Miriam, Miriam ella es Mady- se dieron la mano.

-Bueno, nos vemos en el almuerzo y un placer – dijo sin mirarnos.



Desde ese día no nos hablamos, ya han pasado tres semanas hoy es el cumpleaños de Mady cumple 16 y mi hermana le tiene preparado algo especial aparte del viaje. Por mi parte me encontraba mirando el cielo pensativo.

-Ian, ¿qué te sucede hermano? – Cristina estaba preocupada por mí, y la entendía tenia días comportándome extraño y casi no hablaba con ellas.


-Nada. Me limite a responder.


-Hay hermano te conozco lo suficiente, aunque quieras esconderte tras esa mascara de vampiro inhumano sin sentimientos a mi no me engañas.


-Tienes razón, no te puedo engañar solo que hasta que no sepa lo que me sucede no puedo decirte nada – era cierto, no me sentía igual que antes algo me faltaba y no sabía que podría ser.


-Ian, en ocasiones hay que dejarse llevar por los sentimientos así de simple, no te enredes tendremos 16 para siempre o al menos eso espero- soltó una risa nerviosa –Hermano cuéntame si, ¿qué te pasa? ¿Miriam?


-No, ella no tiene nada que ver- negaba con la cabeza –Cuando sepa serás la primera en enterarse.


Cris se fue de caza antes que se hiciera de noche, añoraba cada segundo el momento de cantar el cumpleaños de Mady, de pronto escuche sus latidos algo rápido pero me tranquilizaba escucharlo, era como una melodía.


-¿Ian? – volteé a verla pero ya estaba a mi lado. Lentamente su respiración estaba cada vez más rápida, tenía su frente pegada a la mía y su nariz tocaba la mía –No puedo aguantar un segundo más sin hablarte, sin mirarte y sin tocarte.


-No podía creer lo que escuchaba. –Yo… intente alejarme de ella.


-Tú… tú sientes lo mismo, lo sé tu mirada me lo dice, así que no me mientas no más.


Nuestras respiraciones estaban aceleradas y aun no nos besábamos, sentía su cuerpo tan cerca del mío y la seguía mirando a los ojos, ella me miro y me dijo –Bésame- no lo soporte tenía que besarla. Al principio el beso fue lento, toda una tortura, después fue más apasionado ella tocaba mi pecho, la espalda mi cuello; en cambio yo no sabía cómo reaccionar a todo esto, como debo tocarla sin pensarlo mi mano se poso en su cintura y la otra en su cuello acariciándolo, ella empezó a gemir, era sorprendente nunca me imagine el placer que se sentía escucharla gemir.


No pensábamos en nada solo nos besábamos y nos acariciábamos, empecé a soltar los botones de su camisa mientras ella me mordía la oreja, no esperaba mi reacción, había destrozado toda su camisa y besaba su cuello, ella solamente gemía daba pequeños gritos de placer.


-Ya volví, Ian y Mady ¿donde están?. Su corazón se detuvo por unos segundos y empezó a latir rápido de nuevo.


-Dios nos descubrió –se sonrojo, estaba excitada y asustada agarro su camisa y corrió a su cuarto para luego encerrarse.


-Ian, pero que… me miraba sorprendida, no entendía por qué. -¿Qué te paso? Mírate. Y eso hice tenia la camisa desabrochada y estaba todo desarreglado.


-Nada, ya me visto para celebrar no te preocupes no me vera así.


Celebramos el cumpleaños de Mady tranquilamente como si nada hubiese pasado, mi hermana trajo en su mano los boletos de avión para Paris, una semana solo con ella, esto sería una tortura o al menos eso creía.

******

Este recuerdo me estaba torturando, esa noche cuando le dije que no podía seguir ignorándolo, me beso como un hombre jamás me había besado y me toco como ninguno lo había hecho, el solo recordarlo logra erizar mi piel.


Llegue al descanso y me senté a verlo luego mi corazón empezó a latir aceleradamente no podía seguir así tenía que tenerlo cerca. No sé como paso pero una cosa llevo a la otra, ya nos estábamos besando, el bajo lentamente su mano hasta mi cintura esa sensación me tenia al borde sentía que no podía resistir mas hasta que me toco el cuello y no lo soporte mas lance un grito de placer, me estaba volviendo loca y lo necesitaba, ¿en qué momento deje ver a Ian como familia? No lo sé, lo único que sabía era que necesitaba estar cerca de él, sentir sus labios, su lengua, sus manos, todo. Me acerque y le mordí el lóbulo de la oreja lentamente y el gimió arrancándome la camisa, besando mi cuello, tocando mi piel desnuda, sentía que volaba otra vez hasta que todo se termino cuando llego Cristina, fui a mi cuarto a cambiarme y luego celebrar mi cumpleaños, Cris nos entrego los boletos de avión los mire y le dije a mis pensamientos –Vaya esta semana será interesante.







1 comentario:

  1. OMG jeje no se recistio Mandy a los encantos de Ian dioss Cris llego en el momento donde se ponia buenoooo xD que corte




    Esta super el capitulooo gracia spor avisarme espero que me avises apenas montes el proximo a ver que va a pasar en PARIS

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